"Calidad" es, según mi opinión, el término más manoseado en lo que se refiere a Educación Parvularia y educación en general.Todos están de acuerdo en que la educación no sirve si no es de calidad y que es responsabilidad del Estado asegurar que ésta exista. Pero... qué es calidad? qué implica? se puede medir?
No pretendo en este espacio crear una definición de calidad. No creo que sea un término que se pueda definir fácilmente y menos implementar así como así. Es complejo, múltiple, es cambiante y depende de nuestros contextos históricos.
Mi intención es exponer de manera muy general qué se entiende por calidad en los documentos oficiales del actual gobierno chileno y desafiar esta visión desde un punto de vista alternativo. La definición que presenta el gobierno calidad de la educación no es la única que existe y está lejos de ser lo que yo esperaría para mi país.
El gobierno de Chile busca, así como varios países, mejorar los "resultados" de los niños a través de la educación. Por resultados se refiere a los puntajes obtenidos en las evaluaciones nacionales e internacionales (SIMCE, PISA, TIMSS, entre otras). A nivel mundial se entiende que un país tiene una educación de calidad si gran parte de los niños alcanza niveles decentes en estas pruebas. Qué miden estas pruebas? generalizando podría decir que miden habilidades y conocimientos que, para muchos, son esenciales para desempeñarse exitosamente en el mundo de hoy. Esto es, insertarse en el mercado.
En educación parvularia no existen pruebas nacionales que midan estos conocimientos. Lo que se busca es que los niños salgan de ella lo mejor preparados posible para enfrentarse a la escuela y a los desafíos que allí encontrarán. El énfasis esta puesto en lectura, escritura y matemáticas. Para el gobierno, una educación parvularia de calidad debería "fabricar" niños listos para leer y escribir, que conozcan los números y puedan resolver algunas operaciones básicas. Además, que sepan cómo funciona el sistema de la escuela, que tengan "hábitos" y sean capaces de escuchar a la profesora en silencio, levantar la mano para responder y no hablar mientras sus compañeros hablan.
Cómo se pretende conseguir esto? En el documento "Políticas y propuestas de acción para el desarrollo de la educación chilena", entregado por el gobierno actual el pasado 1 de Agosto a los estudiantes como respuesta a sus peticiones, se expone que la manera de aumentar la calidad en educación parvularia será a través de:
- La Beca Vocación de profesor. Asumiendo que aquellos que tengan buenos puntajes en la PSU serán buenos profesores.
- Legalizar la prueba obligatoria para los egresados de las carreras de educación. Qué mide esta prueba? La capacidad de los docentes para mejorar los resultados de los niños.
- Mejorar las mallas curriculares. No se expone de qué manera y en qué sentido consideran ellos que no son satisfactorias.
- Implementar modelos innovadores y eficaces para asegurar la calidad. Esto es, tomar programas y evaluaciones estandarizadas de otros países, como EEUU, y aplicarlos en Chile: copiar y descontextualizar.
- Mejorar la coordinación (o debería decir coordinar) las organizaciones a cargo de la educación parvularia en Chile (JUNJI, Integra y MINEDUC).
Mi opinión al respecto es que estamos siguiendo el camino equivocado. Desde la definición de educación parvularia en adelante. Los niños son considerados por sus capacidades de "ser" en el futuro y no como niños que son. Desde que el premio nóbel y economista James Heckman estimó que por cada dólar invertido en educación inicial el estado obtenía como retorno 8 dólares en el futuro gracias a las mayores ganancias de los participantes y al ahorro en costos como salud y otros servicios sociales, el signo peso se encendió en los ojos de los políticos del mundo y los niños pasaron a ser considerados como reproductores de conocimiento y como la primera etapa de creación de una fuerza laboral bien preparada para enfrentarse al "competitivo mundo del mercado global", utilizando la educación para reproducir valores capitalistas como el individualismo, la competencia y la importancia del consumo.
Creo que el fin último de la Educación parvularia debería ser la creación de espacios y oportunidades donde los niños, JUNTO con los adultos, construyan un proyecto social. Una educación de calidad debiera considerar a los niños como ciudadanos, con derechos y deberes, como seres creativos y pensantes. Un buen educador debiera tener la capacidad de observarlos, escucharlos, considerar sus opiniones y aprender de ellas. Incentivarlos a criticar, a investigar, crear y transformar su entorno. Los niños tienen mucho que entregar, mucho que decir, mucho más de lo que pueden responder en una prueba estandarizada. Las educadoras también.
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